La asociación cultural-folclórica cuenta ahora con un espacio para su disfrute, que es propiedad de la CARM y ha sido cedido por el Ayuntamiento de Calasparra
Ayer 7 de junio, en un acto lleno de alegría y música, la Rondalla de Calasparra inauguró su nuevo local en la Plaza Alfareros, junto a la Calle Cantarería. Este espacio, propiedad de la CARM y cedido por el Ayuntamiento de Calasparra, brindará a la asociación un lugar físico para centralizar sus actividades y ensayos, fortaleciendo así su importante labor de recuperación y puesta al día del folclore local y regional.
Apoyo del PP local y presencia de la alcaldesa
El evento de inauguración contó con la presencia de destacados miembros del equipo de la Rondalla de Calasparra, encabezados por su presidenta, Antonia Martínez Llorente, y también contó con la asistencia de la alcaldesa de la localidad. Además, destacaron la presencia de dos miembros del Partido Popular local, Carlos Alajarín y Gero López en representación de los jóvenes de Nuevas Generaciones. Durante el acto, se pudo disfrutar de música, baile y un refrigerio consistente en dulces y café.
Carlos Alajarín, representante del PP, expresó su apoyo a la Rondalla de Calasparra en declaraciones a los medios presentes: «Desde el PP apoyaremos siempre a la Rondalla de Calasparra, pues comprendemos su importante labor de recuperación y puesta al día de nuestro folclore local y regional». Alajarín añadió: «Estamos muy contentos con esta cesión de un local municipal a una de las asociaciones culturales más importantes de nuestro pueblo. Esperamos que este espacio sirva para ayudar a mantener este importante proyecto cultural».
Un legado etnológico en Calasparra
La Rondalla de Calasparra tiene una larga historia que se remonta a su formación en 1980 en el Club de la Tercera Edad. Sin embargo, fue el 19 de junio de 2019 cuando esta asociación cultural-folclórica sin ánimo de lucro quedó inscrita en el Registro de Asociaciones, validando así sus estatutos y garantizando su supervivencia como grupo.
La asociación, que actualmente cuenta con más de 40 socios de edades muy diversas, se dedica a tocar, cantar y bailar el folclore de Calasparra, con el objetivo de preservar las tradiciones y la cultura local. Sus miembros, que abarcan desde los 5 hasta los 96 años, representan tres generaciones que conviven en armonía y comparten conocimientos sobre el legado etnológico del pueblo.
La Rondalla de Calasparra se ha convertido en un lugar de encuentro y enriquecimiento cultural para todos sus participantes. Los miembros más veteranos transmiten a las nuevas generaciones tradiciones, letras de estrofas, costumbres, oraciones y claves para entender la sociedad actual del municipio. Gracias a la diversidad presente en el grupo,