La Región de Murcia es una de las zonas más áridas de España, con precipitaciones que apenas rondan los 300 mm anuales, una cantidad bastante inferior a la media nacional, y además con una alta variabilidad climática. Este déficit hídrico ha provocado un descenso alarmante en los niveles de embalses y reservas, especialmente en la cuenca del Segura, cuya situación es crítica. Algunos embalses apenas alcanzan el 20 % de su capacidad, siendo solo el 7 % atribuible al agua originaria de la zona.
La sequía no es algo pasajero, sino un fenómeno estructural que requiere respuestas firmes y sostenibles: con precipitaciones que han llegado a estar al 66 % de la media esperada, la presión sobre acuíferos e infraestructuras ha aumentado significativamente. En este contexto, restringir el uso doméstico, agrícola o municipal del agua potable es una obligación ineludible para proteger a nuestros vecinos y garantizar la disponibilidad del agua a largo plazo.
En este sentido, es especialmente inadecuado que en Calasparra —como en muchos otros municipios— todavía se emplee agua potable destinada al consumo humano para regar parques, jardines y espacios verdes. Este uso implica un desperdicio de recursos valiosos, y contradice los mensajes que el propio Ayuntamiento envía a la ciudadanía sobre ahorro y solidaridad.
La eficiencia en el uso del agua en entornos urbanos es clave. Algunos estudios indican que el riego urbano puede suponer hasta el 60 % del consumo total de agua en zonas mediterráneas, si no se gestiona de forma eficiente. En cambio, cuando se usan sistemas inteligentes con sensores y riego localizado (goteo), ese consumo puede reducirse de forma sustancial, como ha logrado el Ayuntamiento de Murcia, que ha conseguido un ahorro del 40 %.
Además del factor hídrico y de eficiencia, existen alternativas plenamente accesibles que permitirían mantener las zonas verdes de Calasparra sin recurrir al agua potable:
- Aguas regeneradas de la depuradora municipal
La Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Calasparra, trata las aguas residuales del municipio y puede producir aguas regeneradas mediante tratamiento terciario. Este recurso, ya utilizado con éxito en gran parte de la Región de Murcia, es apto para el riego de parques, jardines y zonas deportivas, siempre que se disponga de una red de distribución específica. Su empleo permitiría liberar un volumen considerable de agua potable para otros usos prioritarios, en línea con las directrices de la Confederación Hidrográfica del Segura.
- Aprovechamiento de aguas de riego agrícola
En coordinación con la Comunidad de Regantes del Argos y con la CHS, se podría destinar parte de los caudales de riego agrícola a usos municipales. Esta medida garantizaría un suministro estable para los jardines públicos, evitando la presión sobre la red de agua potable y fomentando una gestión compartida y eficiente de los recursos disponibles.
- Uso de aguas freáticas y proyectos de innovación
Iniciativas como el proyecto Life Conquer, desarrollado en Murcia, han demostrado que es posible regenerar aguas freáticas salinizadas para destinarlas a riego urbano. Este modelo, replicable en Calasparra con los ajustes necesarios, permite transformar un residuo en un recurso útil, reduciendo hasta un 25 % la huella hídrica y el consumo energético de los sistemas de riego.
Calasparra, como municipio responsable en una de las regiones más afectadas por la sequía en Europa, no puede permitirse mantener prácticas ya desfasadas. Necesitamos que el Ayuntamiento impulse una gestión hídrica coherente, eficaz y justa, abandonando el uso de agua potable en riegos recreativos o decorativos.
La eliminación del riego con agua potable en parques y jardines no solo supone un gesto de coherencia política y ambiental, sino también un ahorro directo en costes municipales y un paso firme hacia la sostenibilidad. Es hora de alinear nuestras prácticas locales con las políticas de adaptación climática, modernización y protección del bien común.
ACUERDOS
El Grupo Municipal Popular de Calasparra propone al Pleno la adopción de los siguientes acuerdos:
- Eliminar progresivamente el riego con agua potable en todos los parques, jardines y espacios públicos del municipio, sustituyéndolo por agua de riego agrícola o, en su caso, aguas regeneradas.
- Elaborar un plan municipal de eficiencia hídrica que contemple la inversión en redes de riego independientes, sistemas de goteo y otras tecnologías que optimicen el uso del agua en zonas verdes.
- Coordinarse en tal caso, con las comunidades de regantes y con la Confederación Hidrográfica del Segura para garantizar el suministro de agua de riego destinada a zonas verdes públicas, evitando conflictos con el uso agrícola.
- Informar a la ciudadanía de las medidas adoptadas, como ejemplo de buena gestión, sensibilización ambiental y compromiso con el ahorro de agua.
